MARCHA DE LA LEALTAD
9 DE FEBRERO DE 1913
Se le llama de esta forma a la escolta en columna de honor que realizaron los Cadetes del Colegio Militar al Presidente Francisco I. Madero para trasladarse del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional, con el fin de respaldar al Poder Ejecutivo ante la sublevación de los Generales Retirados Manuel Mondragón, Bernardo Reyes y Félix Díaz.
En el patio del Castillo de Chapultepec, el Presidente Francisco I. Madero, montado en su caballo tordillo y acompañado del General Ángel García Peña, Secretario de Guerra, exhortó a los cadetes de la siguiente manera:
“…Jóvenes cadetes: unos cuantos malos mexicanos, militares y civiles se han sublevado esta madrugada contra mi gobierno. En estos momentos la situación ha sido dominada por el pundonoroso General Lauro Villar, Comandante de Guarnición y el Palacio Nacional, está en poder de las tropas leales, ustedes herederos de las puras y nobles tradiciones de lealtad a las instituciones legalmente constituidas, van a escoltarme, en columna de honor, hasta el Palacio Nacional, para demostrar al pueblo capitalino, que hemos triunfado derrotando a los infidentes y desleales…”
En seguida se inició la marcha rumbo a la ciudad, el señor Presidente y su comitiva. El itinerario que siguió la marcha fue por Paseo de la Reforma, después por las calles que dan al jardín “Guardiola” (Un poco antes de la Revolución la Calle de Madero se llamaba San Francisco y en la plaza “Guardiola” estaba la casa de los Perros) en ese lugar el Teniente Coronel dispuso que una fracción de alumnos siguiera por la calle 5 de mayo, a las órdenes del Mayor Tomás Marín, otra fracción por las calles de San Francisco y Plateros (hoy Madero), a las órdenes del Capitán 1° Federico Dávalos y el núcleo principal al mando del Teniente Coronel Hernández Covarrubias que avanzaría por la calle 16 de septiembre.
Los alumnos del Colegio Militar siguieron progresando hacia el Zócalo, hasta que llegaron a la Plaza de la Constitución, en donde el General Villar informó al Presidente Madero que la situación en la Plaza de Armas o Zócalo había sido dominada, asimismo, por su condición, éste fue sustituido por el General Victoriano Huerta como Comandante de Plaza. Después Madero continuó su avance a Palacio Nacional, escoltado por los alumnos del Colegio Militar y gente del pueblo.
Los alumnos del Colegio militar le proporcionaron seguridad desde el Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional en donde relevaron la guardia en prevención, permanecieron ese domingo, todo el lunes y hasta la media noche del martes, en vivac de alarma en la calle de la Corregidora y Acequia (Cuartel de Zapadores) cubriendo también las bocacalles que dan a Pino Suárez y Correo Mayor, durante esa noche de este último día se ordenó que se retiraran a Chapultepec, donde los alumnos, permanecieron en situación de alarma, teniendo sus puestos establecidos sobre los linderos del bosque hasta que finalizo esta etapa de nuestra historia.